
Cómo afrontar el reto de trabajar desde casa
Índice
En lo que respecta al trabajo, todos hemos escuchado alguna vez este tipo de afirmaciones: “A nadie le gusta trabajar”, “Todo el mundo trabaja por necesidad”, “Si me toca la lotería dejo de trabajar”. Es cierto que el trabajo, al tratarse de una obligación ineludible, puede convertirse en una actividad tediosa y molesta, y es normal que, a veces, lo vivamos como una experiencia fundamentalmente negativa. Sin embargo, y aunque suene sorprendente, trabajar nos reporta una serie de beneficios que van más allá de lo estrictamente económico. Trabajando, conseguimos sentirnos parte de un equipo o de un proyecto, desarrollando así un sentimiento de pertenencia; nos mantenemos mental y físicamente activos; tenemos la oportunidad de experimentar la autorrealización y, además, el trabajo nos ayuda a establecer rutinas y organizar nuestro tiempo de ocio.
Actualmente, debido al creciente avance tecnológico y, en los últimos tiempos, a la situación derivada de la pandemia de Covid-19, muchas empresas se han visto obligadas a recurrir a una nueva modalidad de actividad laboral: el trabajo a distancia o teletrabajo. Cuando nos proponen trabajar desde casa por primera vez, es probable que lo experimentemos como algo positivo y lleno de ventajas, pero puede que, al cabo de un tiempo, si no conseguimos adaptarnos adecuadamente, encontremos algunos inconvenientes. Y es que, esta nueva forma de actividad laboral, que implica trasladar la oficina al hogar, tiene indudables ventajas, pero lamentablemente, no está exenta de dificultades. Aparecen así, nuevas necesidades y riesgos para la salud que son importantes detectar para poder prevenirlos y atenderlos desde un punto de vista psicológico.
Si sientes que no estás gestionando bien tu trabajo desde casa, que no eres capaz de desconectar, si te sientes desbordado o simplemente quieres mejorar tus habilidades para enfrentar el teletrabajo, este artículo es para ti.
Ventajas e inconvenientes del teletrabajo
Es importante que conozcamos las ventajas e inconvenientes a los que nos enfrentamos cuando trabajamos desde casa, con el fin de maximizar las primeras y manejar o reducir las segundas.
En lo referente a las ventajas, encontramos:
- Reducción de los desplazamientos y, por tanto, ahorro de tiempo. Si trabajas desde casa, puedes olvidarte del tiempo extra que requiere el desplazamiento y, sobre todo, de los molestos atascos.
- Aumento de las oportunidades laborales. El teletrabajo permite trabajar con empresas de diferentes ciudades y países y, además, trabajar por cuenta propia o crear tu propia empresa.
- Minimización del estrés. En muchos casos, trabajar desde casa de forma autónoma, sin la presencia de jefes y compañeros, puede ayudarnos a reducir la presión y el estrés.
- Mejora de la conciliación familiar. El teletrabajo puede beneficiar a la compatibilización entre trabajo y familia.
- Mayor flexibilidad horaria. En algunos casos, trabajar desde casa nos permite organizar nuestro horario como mejor nos convenga.
Con respecto a los inconvenientes, encontramos:
- Mala gestión del tiempo. Es frecuente que nos resulte más complicado gestionar nuestro tiempo de trabajo en casa, sobre todo, debido a la presencia de fuentes de distracción (familiares, tareas domésticas, teléfono, etc.). Esto puede llevar a una disminución del rendimiento o incluso a trabajar en exceso.
- Zona de trabajo inadecuada. Escoger un lugar y un equipamiento inadecuado puede dificultar el desarrollo de nuestra actividad laboral.
- Problemas relacionados con los horarios. A menudo, trabajar en casa altera nuestros ritmos naturales, dando lugar a cambios en nuestros horarios de sueño, de comidas, de aseo personal, de ocio, deporte y descanso.
- “Síndrome de la patata en el escritorio”. Este síndrome hace referencia a la accesibilidad de comida durante toda la jornada laboral, lo que aumenta el riesgo de hábitos alimenticios inadecuados que, unido a la falta de ejercicio físico, podrían derivar en alteraciones de la salud.
- Tecnoestrés. Se trata de un tipo de estrés derivado de la dificultad para adaptarse a las TIC (Tecnologías de la información y la comunicación), es decir, a las nuevas herramientas y sistemas tecnológicos.
- Reducción de los contactos sociales. Al trasladar el trabajo a casa, reducimos la interacción con otras personas y esto puede llevar a experimentar sentimientos de soledad.
- Alteraciones del estado de ánimo. Como consecuencia de todo lo anterior, pueden aparecer sentimientos de culpabilidad, estado de ánimo bajo o disminución de la motivación.
Perfil del teletrabajador
De acuerdo con la Asociación Española de Teletrabajo (AET), el perfil de un teletrabajador prototipo debería reunir una serie de requisitos concretos que se enumeran a continuación. Por tanto, sería el no cumplimiento de los mismos, por defecto o por exceso, lo que podría llevar al desarrollo de una patología. De este modo, el teletrabajador perfecto ha de ser: disciplinado, constante, tener la capacidad de adaptarse a las características propias de la modalidad de trabajo online (uso de las TIC), contar con la disposición de trabajar en un contexto con un contacto social reducido, tener un autocontrol elevado para gestionar su trabajo de manera autónoma, contar con la formación y experiencia de acuerdo con el puesto que desempeña, saber automotivarse, ser autónomo en la toma de decisiones y la resolución de problemas, contar con habilidades tecnológicas por encima de las necesarias para su trabajo, tener la capacidad de planificarse para cumplir adecuadamente con los horarios y fechas de entrega y, por último, poseer un alto nivel de autoeficacia.
Es indiscutible que, cualquiera que deba enfrentarse a trabajar desde casa, querría contar con todas y cada una de esas características ideales que le convertirían en el perfecto teletrabajador. Sin embargo, es probable que, al leer esa definición, sólo te sientas identificado con una pequeña parte de ese perfil ideal. Por este motivo, a continuación, te ofrezco una serie de consejos que, con total seguridad, te acercarán un poco más a ese modelo, convertirán tu experiencia como teletrabajador en un camino más llevadero y te ayudarán a prevenir posibles problemas de salud física y psicológica.
Tips o consejos para afrontar el teletrabajo
- Escoge un lugar adecuado. Es muy importante que escojas cuidadosamente el lugar dónde vas a desempeñar tu actividad. Si no cuentas con un despacho en casa, es importante que elijas una zona concreta y bien delimitada. Los requisitos que debe cumplir tu lugar de trabajo son: disponer de luz adecuada (a ser posible luz natural), encontrarse alejado de ruidos y distractores potenciales, y tratarse de un lugar de la casa donde la temperatura oscile entre los 20º y 24º en invierno, y entre 23º y 26º en verano. Además, asegúrate de contar con un escritorio amplio, con lugar de almacenaje de archivos, si fuera necesario y, con una silla de oficina ergonómica.
- Organiza tu horario. Si no cuentas con un horario estipulado por parte de tu empresa, será necesario que elabores el tuyo propio. Para ello, ten en cuenta cómo organizar tus horas de trabajo atendiendo a tus necesidades. Algunos estudios sugieren que la jornada ideal es aquella que va desde las 9:00h a las 17:00h. No olvides incluir el descanso correspondiente a tus horas de trabajo, es importante para un adecuado rendimiento.
- Respeta tu jornada de trabajo. Es fundamental que cumplas las horas de trabajo para las que has sido contratado, pero, sobre todo, es importante que no trabajes más allá del horario estipulado o a deshoras. De este modo, si tras finalizar, descubres que algo ha quedado pendiente, toma nota en tu agenda y ocúpate de ello en la siguiente jornada.
- Gestiona tu tiempo eficazmente. Para ello, es muy útil hacer uso de agendas y listas de tareas para planificar tus objetivos de trabajo. Asimismo, presta atención a los tramos horarios en los que tu concentración es más elevada. De este modo, podrás desempeñar las tareas de mayor dificultad en tus horas de mayor rendimiento y emplear el resto de horas en las actividades que requieran un menor esfuerzo.
- Desconecta. Para desconectar, es conveniente, además de respetar los horarios de trabajo y descanso, realizar una rutina de finalización de jornada. Para ello, al acabar con tus tareas, recoge tu lugar de trabajo, apaga el ordenador y, si tu trabajo te lo permite, desconecta tu teléfono de empresa.
- Escoge un atuendo adecuado. Un error frecuente que suelen cometer los teletrabajadores es quedarse en pijama, esto está totalmente desaconsejado. Elige una vestimenta cómoda, pero sigue tu rutina habitual de aseo y autocuidado, será importante para generar una atmósfera de trabajo idónea.
- Cuídate. Es de vital importancia que respetes tus horarios de comida, evitando comer entre horas; así como tus horarios de sueño, que deberían oscilar entre las 7 y 8 horas al día. Por último, evita el sedentarismo, realizando al menos 30 minutos de ejercicio físico diario.
- Evita el aislamiento. La interacción social es fundamental para nuestro bienestar emocional. Compensa las horas de trabajo autónomo con contactos sociales positivos en tu tiempo de libre y comparte tu experiencia con personas en tu misma situación, esto te ayudará a regularte emocionalmente y a evitar los posibles sentimientos de soledad y aislamiento.
Seguir estos consejos te ayudará a prevenir y minimizar el impacto que el teletrabajo puede tener sobre tu salud y bienestar físico y psicológico. No obstante, si consideras que necesitas profundizar en este tema o precisas apoyo psicológico, no dudes en solicitar ayuda profesional. En el Centro Terapéutico Pepa Claro, contamos con profesionales de la Psicología que pueden ayudarte a través de la terapia presencial y online.
Autora del texto: Alexandra Rueda Fennes, Licenciada en Psicología, Máster en Psicología General Sanitaria y experto en Coaching Ejecutivo y Deportivo.
Referencias bibliográficas: Fabregat, M. B. A., & gallego, E. C. (2002). Teletrabajo y salud: un nuevo reto para la Psicología. Papeles del psicólogo, (83), 55-61.